Ahí estabamos patinanado cuando llegaron tres patrullas y decidieron que Mero se les estaba poniendo loco, que tenía que ir al ministerio público y quejarse todo lo que quisiera, en aquella celda grafiteada hasta con mierda. La proxima vez dejo que se lo lleven; No lo creo, no habrá proxima, habremos corrido.
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